Diamantes de Sal del Himalaya con Flores de Hibisco

INFORMACIÓN GENERAL

La sal del Himalaya es una sal rosa muy conocida en todo el mundo debido a sus poderes terapéuticos realmente extraordinarios.
Se llama sal himalayana precisamente porque en esta región de Asia el depósito de sal se compactó a más de 3000 metros de altitud e impregnado por fluidos magmáticos provenientes de las capas profundas de la litosfera.

Estas infiltraciones minerales, que han enriquecido la sal, le confieren las características identificativas de esta procedencia del Himalaya, y en particular, el extraordinario color rosa pálido debido a la presencia de hierro. La sal rosa representa la principal riqueza de las poblaciones enclavadas en las regiones aisladas al norte de la barrera del Himalaya.
Una vez al año, en primavera, los yaks se adentran por los valles situados debajo de la cordillera del Himalaya, cruzando montañas incluso a altitudes muy elevadas.

La sal rosa del Himalaya siempre ha sido una ayuda valiosa para las poblaciones, incluso antes de ser utilizada en la cocina para la preparación de recetas especiales o en el sector de la cosmética. Hasta épocas recientes, la sal del Himalaya se utilizaba principalmente como medio de conservación de alimentos, de hecho, cuando se cubre un alimento con sal, se produce una reacción debido a la absorción de la humedad contenida en el alimento y conservará intactas sus propiedades organolépticas durante varios meses, evitando la proliferación de bacterias. Esto ocurre aún más con la sal himalayana.

La excepcional sal, incluida en el catálogo de especias en línea de Terza Luna, está libre de cualquier refinamiento, de contaminaciones ambientales, ya que no se añaden antiaglomerantes, aditivos u otros productos. De esta manera, la sal del Himalaya en venta en nuestra tienda conserva intacta su riqueza mineral natural, preservando elementos muy importantes para nuestra salud como: calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, cobre, azufre y, obviamente, hierro aunque en dosis mínimas.

La sal común de cocina, por otro lado, está muy lejos de la sal cristalina, independientemente de un precio de mercado obviamente más bajo. La contaminación del mar, el proceso de refinamiento y los usos de la sal común en la industria han llevado a nuestras mesas una sal compuesta principalmente de cloruro de sodio, al que a menudo se le añaden aditivos nocivos. Todo a expensas de nuestra salud. Separado de los minerales y elementos útiles para su asimilación, el cloruro de sodio activa mecanismos de defensa y eliminación por parte de las células, en detrimento de los valiosos recursos presentes en nuestro organismo.

Por eso, la sal refinada es un peligro para nuestra salud, precisamente porque los depósitos que puede formar son la base de muchas enfermedades reumáticas, daños en los riñones o el hígado, alteraciones de la presión sanguínea. Son muchos los médicos que consideran la sal común un verdadero veneno para las células y un peligro para la salud, y recomiendan encarecidamente el consumo de sal del Himalaya, muy rica en propiedades beneficiosas. En los cristales de sal del Himalaya, de hecho, están presentes todos los componentes necesarios para asimilar el cloruro de sodio. La sal rosa del Himalaya se presenta en gránulos, fina para cocinar, y en cristales-piedras. Su excepcional estructura cristalina, particularmente fina, permite la absorción directa de todos los elementos que la componen por parte de las células del organismo.

La sal del Himalaya, tan hermosa en su color rosa, tiene un efecto purificante, armonizante, desintoxicante y coadyuvante en tratamientos para adelgazar y dietas. Otra característica importante desde el punto de vista de nuestro bienestar es su capacidad para combatir la hipertensión por parte de este fantástico elemento natural.

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SAL ROSA DEL HIMALAYA: RECETAS Y FORMAS DE USO
Preparación de la solución salina cristalina
Coloque uno o más cristales de sal en un pequeño frasco de vidrio cuidadosamente limpio. Llénelo con agua de buena calidad (mejor si está energizada). En el transcurso de una hora, los cristales se disolverán hasta saturar el agua, dando origen a una solución hidrosalina cristalina al 26%, lista para su uso. Tome diariamente la cantidad de sal del Himalaya necesaria. La solución permanece saturada hasta que los cristales sean visibles en el fondo del frasco. Cuando se disuelvan por completo, antes de usar la solución, agregue más cristales para garantizar la saturación al 26%. Utilice una tapa para el recipiente. La solución no caduca y no requiere cuidados especiales para su conservación. Es la base para múltiples usos.

Para el bienestar diario y la purificación
Cada mañana, en ayunas, al levantarse, beba un vaso de agua de buena calidad (mejor si está energizada) a la que habrá añadido una cucharadita de solución hidrosalina de sal rosa. Alternativamente, diluya la cucharadita de solución en un litro de agua y bébala a sorbos durante el día. Para niños y bebés, unas pocas gotas son suficientes, para agregar a las comidas. Aquellos que sean hipersensibles a este tratamiento desintoxicante pueden reducir las dosis de solución. Nuestro cuerpo retiene las vibraciones de la sal cristalina durante 24 horas.

Para la belleza Baño con sal cristalina: el baño purifica y regenera la piel; activa el flujo energético y las fuerzas de autocuración. La sal del Himalaya neutraliza la acidez del cuerpo devolviéndola a un pH natural. Para una bañera de tamaño normal, use 1 kg de sal. No use otros productos o jabón durante el baño, que debería durar de 15 a 30 minutos. No enjuague la piel después del baño y séquela con suavidad sin frotar. Es recomendable descansar durante media hora después del baño. No es recomendable tomar baños salinos más de dos veces por semana.

Algunas curiosidades

El organismo humano requiere aproximadamente de 0,2 a 5 gramos de sal al día. Los riñones pueden eliminar el exceso hasta un máximo de aproximadamente 7 gramos. La deficiencia y el exceso conducen a un mal funcionamiento de los órganos. En Europa (países industrializados) el consumo (también inducido por el contenido de alimentos procesados) es de entre 12 y 20 gramos al día (principalmente sal refinada). Aunque es mejor que la refinada, la sal marina integral conserva trazas de contaminantes (como presencia química/ionica o en resonancia, incluso en ausencia de materia fuente). Se debe usar agua de mar tomada en puntos no contaminados. La sal gema, proveniente de yacimientos minerales (antiguos residuos marinos incorporados en el suelo), garantiza la ausencia de contaminantes inducidos por vertidos industriales y cloacales. Sin embargo, los componentes naturales (oligoelementos, etc.) no se amalgaman bien con la red iónica de la sal (NaCl) si no ha habido una presión adecuada por parte de las rocas superpuestas (minas polacas, alemanas, austriacas).

Sal refinada "enriquecida" Para restablecer artificialmente la composición natural de la sal, se han añadido sustancias halógenas como yodo, flúor, bromo, cloro, etc. (que en su forma química no transformada por las plantas o por el estado iónico, son altamente tóxicas), polifenoles y sales metálicas: estas sustancias aceleran la formación de nitrosaminas, conocidas por ser cancerígenas/alergénicas. Aditivos para mejorar la "esparcibilidad" y resistencia a la humedad Carbonato de calcio y magnesio, hidróxido de aluminio, E535, E536, E540, E550, etc. En particular, el aluminio tiende a acumularse en el cerebro y parece tener un papel en la mayor incidencia de la enfermedad de Alzheimer, ya que impide la sinapsis de las fibras nerviosas, interrumpiendo así el flujo del pensamiento. (Naturalmente, también son responsables otras fuentes del metal, como las latas de refrescos, los envases de alimentos, las ollas). Fuente: www.progettoscudo.it