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El embriagador aroma, el inconfundible sabor, largo, corto, manchado, caliente, frío, son muchas las características del café y las formas de beberlo. Quienes lo adoran saben que el café es un imprescindible en su día a día y que una pausa no es tal sin él.
La planta del café pertenece al género Coffea, de la familia de las Rubiáceas; a partir de las semillas de esta planta, tostadas y molidas adecuadamente, se obtiene la bebida más conocida y consumida en el mundo: el café. Las origenes del café no son conocidas, leyendas y relatos nos llevan al fascinante mundo de esta bebida. El término café deriva de la palabra árabe "qahwa", que originalmente identificaba una bebida producida a partir del jugo extraído de algunas semillas, que provocaba efectos excitantes y estimulantes, de ahí también el nombre de 'vino de Arabia'. Entre las muchas historias relacionadas con el origen del café, se cuenta que unos monjes en Etiopía (específicamente en Caffa), alrededor del año 850 d.C., descubrieron los frutos del café porque eran comidos por las cabras. Decidieron, entonces, recolectar los frutos para hacer una infusión que los mantuviera despiertos durante sus oraciones nocturnas. Desde esas tierras, entre los siglos XIII y XIV, los etíopes llevaron el café a Yemen durante sus campañas militares. Allí, las plantas encontraron un terreno fértil y prosperaron en jardines y terrazas, para continuar su camino hacia el norte a lo largo de la costa oriental del Mar Rojo hasta La Meca y Medina (Arabia), donde ya a finales del siglo XV se establecieron lugares de degustación de café y donde también se adoptaron todos los utensilios necesarios para su preparación. En el siglo XVI, el café llegó a Constantinopla, donde se abrió la primera tienda de café. En Europa, el café fue conocido solo después de varios años, importado posteriormente al cacao y al té. Venecia, gracias a sus relaciones con Oriente, fue la primera en introducir el café en Italia: las primeras tiendas de café aparecieron en 1645. En el siglo XVII, el café se extendió a Inglaterra (en 1663 ya había 80 cafeterías, que se convirtieron en 3000 en 1715) y a Francia; a partir de ese momento, el desarrollo de lugares donde se podía consumir café fue exponencial, tanto que, en el siglo XVIII, cada ciudad de Europa tenía al menos uno. En muy poco tiempo, el café se convirtió en un bien de consumo fácilmente disponible, amado primero por nobles e intelectuales, y luego también por la gente común. Así, finalmente, cayeron los prejuicios relacionados con esta bebida, como los perpetuados por la Iglesia, que recurrentemente tachaba al café como diabólico y como un "duplicador del yo" capaz de mantener despiertos, pero también demasiado locuaces y desinhibidos, incluso a los caracteres más moderados.
Con el tiempo, en Italia, el café ha sido protagonista en varios ámbitos del arte, convirtiéndose poco a poco en un símbolo nacional. Ha sido protagonista de comedias como en 'La bottega del caffè' (1750) del dramaturgo veneciano Carlo Goldoni, de dramas como en el caso de 'Il caffè di campagna' del abate jesuita y escritor Pietro Chiari, de canciones donde se exaltaba la 'tazzulella 'e cafè'. Desde el siglo XVIII en Nápoles se impuso una variante al café turco. En lugar de cocinar el polvo de los granos molidos, como todavía se hace en Turquía y el norte de África, disolviéndolo en agua en una jarra de cobre colocada sobre brasas o arena caliente, se difundió la cocción "napolitana": con el filtrado del agua hirviendo, dejándola caer desde arriba a través del polvo de café. En 1902, en Milán, nació en cambio el espresso, gracias a la invención del ingeniero Luigi Bezzera: una máquina que aprovechaba la alta presión para filtrar el café molido. En la moka, finalmente, desarrollada por el empresario Alfonso Bialetti en 1933, el agua llevada a ebullición sube desde abajo.
El café de origen único, también conocido como puro, se define así porque proviene de una sola plantación; cada café de origen único es diferente de los demás gracias a sus características únicas. Este tipo de café tiene un sabor mucho más pronunciado que los cafés aromatizados, desde los más ácidos hasta los más dulces, pasando por aquellos con notas especiadas o afrutadas. Estas cualidades son seleccionadas cuidadosamente en todo el mundo, provienen de plantaciones individuales que mantienen a lo largo del tiempo características bien definidas e inimitables, permitiendo la producción de cafés tostados únicos y siempre reconocibles, adecuados para verdaderos conocedores.
El género Coffea incluye más de 100 especies, pero comercialmente, las variedades de café se presentan en dos tipos principales: el arábica (Coffea arabica) y el robusta (Coffea canephora). El Coffea arabica es una planta más delicada, que crece a altitudes más elevadas y garantiza una resistencia inferior en comparación con la variedad Coffea canephora, llamada Robusta precisamente por sus características de mayor vigor y por la presencia, casi duplicada, de cafeína. Existen arábicas de primera calidad, recolectadas a mano, seleccionadas, excelentes, al igual que otras de calidad inferior porque provienen de cerezas de café recolectadas del suelo, demasiado maduras o casi marchitas, o de granos no seleccionados.
Otra especie, la Coffea Liberica, se cultiva a gran escala pero en cantidades mucho menores que las dos primeras. Una decena de especies de café se cultivan localmente y, por lo tanto, son poco conocidas, como la Coffea stenophylla, originaria de África occidental, la Coffea mauritiana y la Coffea racemosa, originaria de Mozambique. Incluso la Coffea Excelsa, una especie muy resistente a la sequía y a las enfermedades, es bastante común, sus granos tienen un rendimiento muy alto y le dan al café un sabor muy similar al del Coffea Arabica.
Las formas de preparación del café son múltiples y se pueden distinguir entre las de 'maceración' y las de 'percolación'. El primer tipo consiste en el contacto prolongado del polvo de café con agua, como el café de infusión o el café turco; en el segundo, el agua atraviesa el polvo de café para luego recogerse en otro recipiente, como en el caso del café napolitano, del espresso o el preparado con la moka. Veamos en qué consisten.
Por infusión: es un antiguo método adoptado en Francia por primera vez en 1771. Se lleva el agua a ebullición y, una vez retirada del fuego, se une al polvo de café que debe infusionarse durante unos 5 minutos. Posteriormente, el café obtenido se vierte en las tazas pasándolo a través de un filtro. Una variante de este método es la prensa francesa, la diferencia radica en el recipiente de preparación que está compuesto por un filtro del mismo diámetro de la cafetera unido por un émbolo a la tapa: una vez listo el café, la malla metálica empuja hacia abajo el polvo agotado.
Al estilo turco: el café se prepara tradicionalmente en una cafetera de cobre, el polvo se mezcla con agua y se lleva a ebullición. Puede ser bebido con el polvo en suspensión o se deja reposar unos minutos para que los residuos se depositen en el fondo.
Al estilo napolitano: es un método de preparación que utiliza una cafetera especial con dos contenedores superpuestos con un filtro lleno de café en el medio. La cafetera se coloca en la estufa con el contenedor lleno de agua hasta que hierva, luego se voltea y el agua cae al contenedor inferior atravesando el polvo de café.
Moka: típicamente italiano y considerado la evolución de la preparación napolitana. Para prepararlo se utiliza una cafetera compuesta por un recipiente inferior que contiene agua, encima de él se encuentra un filtro en el que se coloca el café molido. Se cierra todo con un segundo recipiente que también tiene la función de recoger la bebida lista. El café es atravesado por el agua gracias a la presión generada por el vapor del hervidor inferior y se recoge en el superior, obteniendo así una taza con un sabor fuerte y un aroma intenso. CONSEJO: ¡Si el agua que utilizas ya está hirviendo, obtendrás el café más rápidamente y evitarás que se queme!
Espresso: quizás el método que aprovecha al máximo las potencialidades del polvo. La presión en este caso es muy alta y permite extraer tanto las sustancias solubles, responsables del sabor, como los aceites esenciales que aportan un gran aroma y coloides, que garantizan un buen cuerpo al café.
Por no hablar de las nuevas tendencias y métodos de extracción como v60, sifón y aeropress. Descubrámoslos juntos.
V60 coffee dripper: Para algunos amantes del café, el café extraído con el V60 es sinónimo de una buena costumbre, para otros de un gran deseo de conocer mejor esta técnica. Por Dripper se entiende el sistema que utiliza el método de filtrado por goteo: el cono, estriado internamente y perforado en la base, se coloca sobre la taza donde se recogerá el café. Dentro del cono se coloca un filtro de papel alimentario que actuará como filtro; aparte se calienta suficiente agua hasta una temperatura (aproximadamente 90/94°). Primero se humedece ligeramente el filtro para eliminar cualquier rastro de olor a papel, se añade la dosis de café molido (relación café molido/agua - 60gr por litro) y se humedece gradualmente el café, para hidratarlo, con un cuarto del agua, permitiendo así una preinfusión (incluso de 30-40 minutos). Cuando esto gotee en la taza se añade todo el agua restante y se espera que el café pase por completo (infusión de 2-3 minutos).
Sifón: fue inventado en 1830 por el alemán Loeff pero fue reemplazado por las máquinas eléctricas de café en los años 50. Pocos han seguido utilizando este método que ahora está volviendo a estar de moda, especialmente en Japón. El sifón está compuesto por un quemador y una estructura metálica que sostiene las dos jarras y el filtro (de metal, nylon o papel) en el que se prepara el café. Se comienza hirviendo el agua en la jarra inferior que debe estar caliente, luego se coloca la otra jarra encima añadiendo el café molido de origen único. Cuando el agua comience a subir, se mezcla inmediatamente con una espátula de bambú durante un minuto para que el café absorba el agua de manera más uniforme. Según la escuela japonesa, luego hay que mezclarlo una segunda vez para que el café cree capas sobre el filtro, creando así una doble filtración. El café con sifón es famoso por su sabor limpio y puro. Cuando todo el agua haya subido, se retira la llama y el café comienza a descender a la jarra inferior gracias a la presión y la fuerza de la gravedad.
Aeropress: similar al utilizado para la French press pero con algunas características innovadoras porque se desarrolló sobre el uso de dos cilindros concéntricos. Deberás colocar el café molido en el cilindro superior y añadir agua a una temperatura entre 78 y 85°C, mezclar suavemente y cerrar con la tapa perforada en la que se coloca otro filtro de papel alimentario. Luego, deberás voltearlo y hacer coincidir la tapa con la taza donde se recogerá el café y luego proceder con una presión firme, regular y constante. Para la molienda, puedes elegir la que prefieras según el café deseado: cuanto más fina sea la molienda, más fuerte será el café resultante.
Como mencionamos, el café se puede consumir de muchas formas y aromatizado con diferentes sabores. En Terza Luna encontrarás una amplia gama de cafés de todo el mundo cuidadosamente seleccionados, cafés de origen único, cafés orgánicos, cafés aromatizados y accesorios para café. Para la temporada de verano, pensamos que la versión fría es una tradición imprescindible. Hay muchas variantes entre las que puedes elegir: desde el café agitado hasta el más goloso con, por ejemplo, la adición de crema.
Nosotros en Terza Luna pensamos en ofrecerte una receta fácil, sabrosa y ligera!
Ingredientes: 1 litro de agua y 16 gramos de café molido. Molienda para filtro (más gruesa de lo normal) Preparación: Dejar reposar en el frigorífico durante 4 horas y filtrar. ¡Se puede sustituir el agua por agua tónica que hará que el café sea aún más sabroso! Pero el café, como se sabe, es perfecto en cualquier ocasión, ¡así que por qué no disfrutar de un cóctel fresco a base de café, tal vez en la playa!
Ingredientes: 5 cl de Vodka, 5 cl de jarabe de azúcar, 1 cl de Kahlua, 1 Espresso concentrado Preparación: Vierte todos los ingredientes y el hielo, agita y filtra directamente en una copa de cóctel bien fría.
Ingredientes: Hielo (mucho hielo) y (en proporción) 3 cucharadas de Bourbon, 2 cucharadas de licor de café*, 2 gotas de Angostura, un chorrito de soda, 1 rodaja de naranja para decorar. Procedimiento: llenar la coctelera con hielo, bourbon, licor de café y soda. Agitar bien para refrescar los ingredientes, verter en un vaso (vaso de roca) con cubitos de hielo. Agregar las gotas de angostura y completar con la rodaja de naranja. *Licor de café: puedes usar el que más te guste o hacerlo así:
Ingredientes: 450 g de café, 450 g de azúcar, 250 g de alcohol puro Preparación: Una vez preparado el café, viértelo en una cacerola de bordes altos, añade el azúcar y enciende el fuego muy bajo para que se disuelva. Cuando el azúcar esté completamente disuelto, vierte la mezcla en un cuenco para que se enfríe; cuando esté frío, añade el alcohol y mézclalo con cuidado con los otros ingredientes. Finalmente, distribuye el licor de café en botellas de vidrio nuevas o bien lavadas y cierra bien las botellas para que no entre aire. Deja reposar el licor de café en las botellas al menos 2 semanas antes de consumirlo. Ahora solo te queda explorar nuestra selección de café en venta online!
