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Queridos 'teofilos', entre los muchos temas que nos gustaría proponerles, hemos pensado en contarles algo que parece aún ocultar significados no revelados: el logo asociado al té Darjeeling. Como podrán observar en la imagen, nos encontramos ante un símbolo realmente significativo.
Las numerosas investigaciones realizadas no nos han llevado a descubrir realmente de dónde proviene la elección de utilizar esta marca, pero es cierto que su belleza y profundidad son invaluables. En primer lugar, detengámonos en el uso de la figura femenina. Es fundamental porque se relaciona con la importancia de las mujeres en las etapas de recolección de las hojas de té. De hecho, desde las primeras etapas que involucran la recolección de las hojas verdes, el trabajo se confía principalmente a las mujeres: esto se debe a que, además de tener una mayor destreza manual, poseen una sensibilidad elevada que les permite optar por las mejores hojas. Tradicionalmente, de hecho, las mujeres asumen un papel fundamental dentro de la cadena de producción del té, y gracias a su presencia se seleccionan, antes de pasar a las etapas siguientes, las hojas más adecuadas para producir el excelente té que conocemos. Un té tan preciado que, para poder llevar la prestigiosa denominación de Darjeeling, se somete a una serie de pruebas de calidad y sabor, y una vez comprobada su singularidad, el té se identifica con la marca Darjeeling.
Respecto a las escasas informaciones encontradas, sabemos que el verde logo Darjeeling fue lanzado en 1983 y es propiedad del Tea Board of India, y con él se certifica la pureza (100%) del Darjeeling. Además, el té seleccionado, para recibir la marca, debe ser cultivado y procesado en una de las 86 plantaciones (Tea Estates) aprobadas por el Tea Board. Obviamente, la variedad varía de plantación en plantación y cada Tea Estate es reconocible en el aroma y sabor que proporciona, pero sigue siendo considerado uno de los tés Darjeeling de alta calidad.
Volviendo a la imagen, descubrimos que otra característica es la posición de la mano de la mujer. Además de sostener entre los dedos una hoja de té, es importante notar que la posición asumida es una de las mudras más utilizadas en el pranayama, es decir, la Jnana mudra. Se dice que practicar regularmente esta mudra ayuda a estimular la memoria, la concentración y el proceso de aprendizaje; los yoguis afirman que, gracias a una práctica prolongada, es posible beneficiarse de los efectos de esta posición gracias a un mayor flujo sanguíneo y una mejor circulación cerebral. El pulgar y el índice están unidos: la uña del índice estará a la mitad del pulgar, formando un círculo, símbolo de unidad; los otros dedos están unidos y extendidos, la palma está hacia arriba. Aquí, el pulgar que representa el ser profundo se une al índice, que es nuestro ego, por lo que este último desaparece fusionándose en el ser. El ser se realiza así. En el yoga, la posición exacta es aquella en la que el dorso de las manos está apoyado en la parte superior de las rodillas con abandono, formando un triángulo con los brazos, que tiene como vértice la cabeza. Si la columna vertebral está erguida, se obtendrá esa tensión hacia arriba enfatizada por los ojos cerrados y una intensa concentración.