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Cultivadas por las poblaciones de América precolombina, imprescindibles en la dieta de los guerreros y en las ofrendas a los dioses, las semillas de chía son históricamente reconocidas como un superfood.
Estas pequeñas semillas tienen la gran capacidad de ayudarnos a equilibrar nuestro organismo y representan un excelente aliado en la cocina para agregar como toque final a nuestros platos o para experimentar nuevas recetas energizantes.
¿Quieres saber más sobre estas semillas de la fuerza? ¡Sigue leyendo!
La historia de las semillas de chía es antigua y se remonta a los pueblos que habitaban el continente americano antes de la conquista española. Los Aztecas y los Mayas conocían bien las innumerables propiedades de esta planta y la cultivaban con cuidado y veneración. La importancia atribuida a la chía era tal que sus semillas se utilizaban para pagar tributos al emperador y como ofrenda votiva a los dioses durante los ritos propiciatorios.
Las semillas de chía, junto con el maíz, el amaranto y los frijoles, constituían un producto peculiar en la dieta de estas poblaciones, ya que eran una fuente primaria de grasas vegetales. No en vano eran llamadas semillas de la fuerza y utilizadas principalmente por los soldados durante las guerras, para cargar con la energía y el coraje necesarios para superar con honor las batallas.
Integra las semillas de chía bio en tu dieta
Con el descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón y la llegada desde Europa de las expediciones de conquista, las poblaciones de Mayas y Aztecas fueron diezmadas y reducidas a la esclavitud y con ellas también la cultivación de la Chía desapareció por mucho tiempo.
El redescubrimiento de la importancia nutricional de las semillas de chía ha permitido reanudar los cultivos de esta magnífica planta en sus países de origen y es un gran protagonista en la tradición alimentaria de Argentina, México, Paraguay y Guatemala.
Incluso en Europa, el consumo de semillas de chía es cada vez más común y, gracias a sus innumerables virtudes, se clasifican como superfood.
La planta de la que provienen es la Salvia Hispanica, perteneciente a la familia de las Lamiaceae (como la menta, la melisa y la lavanda), conocida también por sus hermosas flores azul intenso.
El nombre chía, con el que se conoce a la planta y sus semillas, proviene de una palabra del dialecto uto-azteca, el adjetivo chian, "aceitoso", con el que los antiguos pueblos de las Américas describían la principal propiedad de estas valiosas semillas.
Si estás buscando un suplemento natural para combinar fácilmente con tus platos o con el que experimentar nuevas recetas, ¡las semillas de chía son lo que necesitas!
La característica de estas semillas es ser una rica fuente de ácidos grasos insaturados omega-3 y omega-6, indispensables para fortalecer el sistema nervioso y cardiovascular y prevenir posibles enfermedades cardíacas. Los ácidos grasos también contribuyen a la estimulación del sistema endocrino, importante para la producción de hormonas necesarias para nuestra salud.
Gracias a su bajo índice glucémico, entre los beneficios de las semillas de chía encontramos una acción reguladora de la presión arterial, asegurando un valor óptimo de colesterol en la sangre.
Al dejarlos en remojo, se convertirán en un as bajo la manga en la cocina, también como espesante gelatinoso para mezclar, por ejemplo, con agua o leche vegetal para hacer pudines, sopas y mayonesa vegana. Además, el gel de semillas de chía también tiene una acción depurativa en el intestino, garantizando su correcto funcionamiento.
Alternativamente, las semillas de chía se pueden usar para enriquecer el agua o el té creando bebidas energizantes, excepcionales para refrescarse durante los meses de verano.
Lleva las semillas de chía orgánicas a tu cocina
Con nuestras semillas de chía provenientes de agricultura orgánica, hemos creado la bebida fría perfecta para recargarse en los días más calurosos.
En una jarra, simplemente agrega una cucharadita de jengibre, jugo de limón y medio litro de agua fresca. Luego, añade una cucharada de semillas de chía y mezcla cuidadosamente para distribuir bien las semillas.
Deja reposar la bebida durante aproximadamente media hora ¡y estará lista para disfrutar!
Puedes agregar unas rodajas de limón y hojas de menta para realzar su sabor y aumentar su efecto refrescante.
¿No puedes esperar para probar el sabor y los beneficios de las semillas de chía? ¡Pruébalas y comparte ideas para nuevas recetas con toda nuestra comunidad de amantes de las plantas!