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El estrés se define en medicina como cualquier causa (ya sea física, química o psicológica) capaz de ejercer sobre el organismo, a través de una acción prolongada, un estímulo dañino, y provocar una reacción o respuesta que se manifiesta en tensión nerviosa, irritabilidad, ansiedad. En resumen, se trata de una respuesta psicofísica a "tareas" de diferentes tipos, que el organismo percibe como excesivas: si el "estresor" persiste en el tiempo, se habla de estrés crónico, que es agotador y perjudicial para el organismo, ya que puede llevar a la disminución de las defensas inmunitarias y, por lo tanto, a trastornos y enfermedades más graves.
En algunos casos, el estrés puede considerarse beneficioso: por ejemplo, antes de un examen o una reunión importante, se pueden experimentar nerviosismo, sequedad de garganta, estómago cerrado, que, aunque desagradables, favorecen una mayor alerta y vitalidad en el organismo. El endocrinólogo Hans Selye hablaba de "eustrés", es decir, una respuesta cognitiva positiva al estrés, que induce vigor y concentración en el organismo. Sin embargo, cuando los factores de estrés persisten, se habla de "distrés", un estado en el que el cuerpo es incapaz de adaptarse a los factores estresantes, desencadenando así la respuesta perjudicial y desadaptativa manifestada de diversas formas, como hiperactividad, ansiedad y miedo, trastornos del sueño, problemas de memoria, palpitaciones, etc.
La naturaleza pone a nuestra disposición una serie de plantas y hierbas útiles contra el estrés, capaces de aumentar la resistencia del organismo a los factores estresantes y ambientales no específicos de manera química o biológica, y/o de contrarrestar las consecuencias derivadas de estos estados de estrés y tensión.
Entre las plantas antiestrés podemos distinguir dos categorías específicas de hierbas: los adaptógenos y las plantas relajantes. A menudo se tiende a buscar y recurrir a las "plantas relajantes" para calmar estados de estrés, sin saber cuáles son los efectos de estas hierbas: de hecho, hay plantas como los adaptógenos que ayudan al cuerpo a mejorar la respuesta a los factores de estrés, haciendo que el organismo sea más alerta y tonificado, capaz precisamente de "adaptarse" a las situaciones estresantes, actuando preventivamente y llevando al organismo a alcanzar una condición óptima, evitando los daños causados por factores químicos, ambientales, biológicos, físicos y psicológicos que causan estrés, como la pérdida de sueño, ansiedad, fatiga, depresión. Los adaptógenos son, por lo tanto, una excelente ayuda preventiva contra el estrés, mejorando nuestra capacidad de adaptación y previniendo la fatiga suprarrenal. Una excelente planta adaptógena es el Brahmi, del cual, en formato de polvo, es posible preparar una deliciosa infusión para aliviar el estrés.
Existen hierbas y plantas relajantes, que a su vez se dividen en hierbas sedantes y hierbas nervinas, capaces de relajar el organismo y modular la ansiedad, el nerviosismo, la tensión, actuando sobre el sistema nervioso. A menudo se confunden las plantas nervinas con las sedantes, pero en realidad, aunque ambas son relajantes, las plantas sedantes inducen al sueño, por lo tanto, si se buscan plantas relajantes para dormir, tomar una hierba nervina ayudaría a relajarse, pero no tendría efectos en el sueño. Por el contrario, si se busca una planta relajante para modular los efectos del estrés y la tensión de cara a un día agitado, tomar una hierba sedante sería perjudicial, ya que induciría al organismo a la somnolencia, disminuyendo las funciones cognitivas. Comprender los efectos de las diferentes plantas antiestrés es crucial para ayudar al organismo a contrarrestar las diversas consecuencias e implicaciones del estrés: veamos específicamente cuáles son las diferencias entre plantas relajantes y adaptógenos y cómo utilizarlas de la mejor manera para apoyar al organismo en situaciones de estrés. Las plantas "adaptógenas" son definidas, según el Dr. Nikolai Lazarev, como plantas "capaces de aumentar la resistencia aspecífica de un organismo, permitiendo equilibrar las señales de estrés y adaptarse a un esfuerzo excepcional". Son, por tanto, sustancias antiestrés, capaces de aumentar la resistencia del cuerpo, mejorando su respuesta, contrarrestando los efectos peligrosos del estrés prolongado, que puede llevar a trastornos y problemas mucho más graves, mejorando el bienestar psicofísico y llevando al cuerpo a una situación óptima, modulando la tensión y la ansiedad. El concepto de adaptogénesis nace con los estudios de Hans Salye sobre la fisiología del estrés: el médico descubrió cómo diferentes factores externos como el frío, el ruido, los agentes químicos, inducían en el cuerpo la misma respuesta fisiológica "no específica", traducida en ulceración del estómago y del colon, aumento de la masa suprarrenal, etc., que él definió como "estrés", una especie de respuesta defensiva al aumento de la demanda al cuerpo, destinada a mantener la homeostasis, es decir, un estado de equilibrio en el organismo. Sin embargo, una condición de estrés prolongado puede llevar a graves repercusiones psicológicas y físicas, especialmente si la magnitud de la situación estresante supera la capacidad de respuesta del cuerpo, que no podrá hacer frente al estrés y entrará en una fase de daño, que puede manifestarse en dolores de cabeza, nerviosismo, irritabilidad, insomnio, etc. Las plantas adaptógenas intervienen en la regulación de la adaptación al estrés, sin interferir con las funciones cognitivas, sino más bien, a menudo aumentándolas. Su mecanismo de acción no es inhibidor, sino de una estimulación "suave" del complejo inmunitario y por lo tanto de una activación de una acción protectora contra el estrés. Las plantas y hierbas adaptógenas inducen un factor leve de estrés que permite reducir la reactividad de los sistemas de defensa, permitiendo al cuerpo "adaptarse" mejor y soportar más fácilmente situaciones de estrés y sus efectos nocivos. Por lo tanto, las plantas adaptógenas son consideradas plantas antiestrés no porque inhiban el estrés, sino porque ayudan al cuerpo a soportarlo y a aumentar su resistencia a ciertos factores estresantes mediante la reducción de la respuesta a los mismos y de la sensibilidad del organismo. A diferencia de las plantas relajantes, no son sedantes o tranquilizantes, al contrario, a menudo son euforizantes y mejoran las funciones cognitivas, por lo tanto, son ideales para enfrentar el día al máximo de las propias capacidades psicofísicas.
Las plantas relajantes son otra categoría de plantas y hierbas antiestrés, que a diferencia de las plantas adaptógenas actúan sobre el sistema nervioso con un efecto calmante, relajante y tranquilizante. Se dividen en plantas nervinas y plantas sedantes, con efectos diferentes, aunque a menudo estas dos categorías de hierbas se mezclan para crear tés relajantes, como el Té Relajante de Tercera Luna.
Es muy importante entender la diferencia entre los efectos antiestrés de las diferentes hierbas relajantes, ya que las plantas nervinas tienen un efecto calmante en el sistema nervioso e inducen un estado de relajación, a menudo actuando sobre la distensión muscular o sobre el sistema cardíaco, mientras las plantas sedantes, como la valeriana o el hipérico del cual se puede obtener un excelente té, actúan sobre el sistema nervioso central y favorecen el sueño, ayudándonos a dormir.
Comprender esta diferencia, a menudo muy sutil y confusa, es importante para elegir el tipo adecuado de hierba relajante para el problema específico: por ejemplo, si se está en un estado de estrés que se manifiesta de forma somática y emocional con ansiedad, tensión muscular, estómago cerrado o garganta seca, como puede ocurrir antes de un examen universitario o una importante reunión laboral, se debe preferir una planta nervina, adecuada para ser consumida durante el día, ya que una sedante induciría al sueño, disminuyendo el nivel de atención.
Por el contrario, las plantas relajantes sedantes son perfectas para utilizar antes de dormir, para conciliar el sueño y combatir los trastornos: insomnio, despertares nocturnos, ansiedad y preocupaciones causadas por el estrés que impiden conciliar un sueño tranquilo. Una excelente planta relajante es el hipérico del cual Tercera Luna vende excelentes flores orgánicas ideales para un té relajante.
Descubre los Tés Relajantes de Tercera Luna
Las plantas y hierbas contra el estrés se pueden consumir de diferentes maneras. Como ya se mencionó, es importante elegir el tipo de planta adecuado para nuestra condición de estrés, ya que a menudo erróneamente tendemos a elegir plantas "relajantes" que no son capaces de desencadenar la reacción que nuestro cuerpo necesita.
Por ejemplo, para enfrentar días estresantes y para acostumbrar a nuestro organismo a soportar mejor el estrés, el nerviosismo y la ansiedad, se recomienda consumir plantas adaptógenas, que mejoran la condición psicofísica, el rendimiento, la concentración y el estado de ánimo.
En caso de que el estrés ya haya desencadenado mecanismos de respuesta somáticos y emocionales, como dolores, tensión, ansiedad, se puede optar por las plantas relajantes, prestando atención a la distinción entre plantas nervinas y plantas sedantes: las plantas y hierbas sedantes son útiles para la relajación y para calmar el sistema nervioso, pero inducen al sueño, una consecuencia no deseada para aquellos que buscan un efecto relajante pero también necesitan mantener altas las prestaciones y la atención. En estos casos, por ejemplo, se recomiendan plantas nervinas para la relajación muscular, para calmar las palpitaciones.
Pero ¿cómo utilizarlas? Algunas plantas antiestrés y relajantes tienen un poder calmante incluso si se mantienen en casa, como plantas de interior: la lavanda y la valeriana, de hecho, infunden una sensación de paz y tranquilidad en los ambientes, además de perfumar y purificar el aire.
La forma más común de consumir hierbas relajantes es en forma de tintura madre o tisana: la tintura madre es un extracto alcohólico extremadamente concentrado del principio activo de la planta, que se puede tomar disolviendo unas gotas en un vaso de agua, mientras que las tisanas se preparan en infusión, y son excelentes para brindar al cuerpo una sensación de relajación y confort.
Por otro lado, las plantas adaptógenas pueden tomarse como verdaderos suplementos, disueltos en agua, o utilizados en la cocina. Son excelentes si se toman de manera continua, ya que ayudan al cuerpo a defenderse del estrés interviniendo en la llamada "fase de alarma", en la que el cuerpo se prepara para responder al estrés, reduciendo la sensibilidad al mismo y mejorando el rendimiento.
Con las plantas relajantes también se pueden preparar baños calientes o baños de pies, o incluso vapores para la cara y las vías respiratorias. Basta con preparar una infusión, o disolver en el agua del baño algunas gotas de aceite esencial, que se difundirá con los vapores y ayudará a relajar la tensión muscular y el nerviosismo. Se recomienda el baño relajante con hierbas sedantes antes de acostarse, ya que un baño relajante antes de comenzar el día podría adormecer demasiado el organismo.
Los aceites esenciales obtenidos de las plantas relajantes son una forma efectiva de inducir la relajación: para usar con un difusor, o por vía cutánea como aceites para masajes, o, en el caso de las plantas sedantes, para frotar en las sienes o muñecas antes de acostarse, resultan ser excelentes aliados contra el insomnio. Descubre todos los aceites esenciales relajantes en nuestro artículo dedicado.
>Ahora que hemos descubierto las diferencias entre las categorías de plantas contra el estrés, veamos juntos cuáles son las más efectivas.
El tilo es una de las hierbas relajantes más potentes, con múltiples propiedades terapéuticas. Se asocian a ella tanto el poder nervino como sedante, por lo que es una hierba ideal tanto para la relajación muscular como para conciliar el sueño. Se pueden utilizar las hojas secas de tilo para preparar una tisana relajante: en Terza Luna encontrarás el tilo seco en flores y brácteas. Para prepararlo en infusión, deja en infusión una cucharadita de hojas de tilo en agua hirviendo durante 5 minutos, cuela y endulza con miel o jarabe de agave. El tilo es capaz de calmar las excitaciones de tipo nervioso y proporciona un efecto relajante. No es casualidad que en Terza Luna lo incluyamos en nuestra mezcla de Tisana Relajante.
Prueba el Tilo en Formato Tisana
La valeriana es una planta relajante sedante, útil para conciliar el sueño y combatir el insomnio y los estados de ansiedad que impiden conciliar el sueño. Los principios activos de la valeriana, ácido valeriánico e iridoides, son capaces de inhibir la enzima responsable de la regulación de la excitabilidad neuronal, que induce relajación y sueño. La valeriana se puede tomar en forma de aceite esencial de valeriana, disuelto en un vaso de agua. Este suplemento tendrá el efecto de relajar el sistema nervioso y favorecer el sueño: disuelve 20-30 gotas en agua, para tomar dos veces al día, preferiblemente lejos de las comidas.
Prueba el Aceite Esencial de Valeriana
La passiflora, o Passiflora incarnata es una planta relajante sedante, uno de los remedios naturales más utilizados para favorecer el sueño y la relajación. Su principio activo es la passiflorina, un alcaloide que al actuar sobre el sistema nervioso es capaz de mejorar la ansiedad, el estrés y por lo tanto combatir el insomnio. Combinada con otras hierbas puede ser un excelente té para tomar antes de dormir: por ejemplo, en Terza Luna encontrarás nuestra Tisana Relajante con tilo y passiflora.
La passiflora ya era utilizada como planta relajante por los aztecas, y durante la Primera Guerra Mundial se hizo muy popular como cura para las "angustias de la guerra" precisamente por su efecto ansiolítico, antiespasmódico y curativo del insomnio. Antes de dormir, puedes preparar una infusión de passiflora utilizando la passiflora seca, dejándola en infusión en agua hirviendo durante 15 minutos. Ideal antes de dormir, añade tilo o valeriana para aumentar su efecto sedante.
Prueba la Passiflora en Formato Té
La melissa es una hierba relajante nervina y sedante, perteneciente a la familia de la menta: ideal para preparar una tisana relajante para combatir el insomnio y ayudar al cuerpo a descansar bien. En Terza Luna encontrarás la melissa seca, útil para la preparación de infusiones, pero también el aceite esencial de melissa, para usar con el difusor o para añadir a baños calientes y baños de pies antes de dormir. La melissa en hojas puede ser utilizada sola o con otras plantas para la preparación de una tisana relajante y sedante con efectos calmantes, capaz de reducir la ansiedad, el estrés, la inquietud y los trastornos del sueño gracias a su acción que actúa como sedante en el sistema nervioso, pero también a nivel visceral en caso de somatización de la ansiedad: es una de las mejores tisanas para el malestar estomacal por estrés.
Prueba la Melissa Seca
La manzanilla es quizás la hierba relajante más conocida, aunque no todos saben que se trata de una planta nervina y no sedante, por lo que no necesariamente induce al sueño, sino que provoca una relajación muscular de la tensión y el nerviosismo causados por el estrés. Es común darle manzanilla a los niños para dormir, pero en realidad esto se hace para aliviar los dolores causados por cólicos que impiden conciliar el sueño. Precisamente porque es una planta relajante nervina, la manzanilla no afecta las funciones cognitivas, sino que permite relajar y calmar la tensión muscular y el estrés acumulado en los músculos. Para disfrutar de sus efectos, se puede preparar una infusión con las flores secas de manzanilla para tomar durante el día cuando se sienta nervioso o estresado, antes de acostarse para relajar los músculos, o utilizar la infusión en un baño caliente o baño de pies, disfrutando de los vapores con efecto relajante.
Prueba la Manzanilla Bio
La lavanda es una hierba relajante utilizada para dormir mejor. De hecho, se trata de una planta moderadamente sedante con un aroma relajante y tranquilizante, que ayuda a relajar los nervios e infundir una sensación de tranquilidad y calma. Debido a su aroma predominante, se utiliza mucho el aceite esencial de lavanda como relajante natural: sus componentes pueden ser absorbidos tanto por vía olfativa, oral y cutánea: prepara aceites de masaje con unas gotas de aceite esencial de lavanda, o frótalo un poco en las sienes antes de acostarte para favorecer el sueño, o difúndelo con un vaporizador en la habitación unas horas antes de acostarte. Utilizando la lavanda de Provenza seca también puedes preparar excelentes tisanas relajantes para dormir.
Prueba la Lavanda de Provenza
El espino blanco se considera una hierba relajante y nervina, gracias a su principio activo, la vitexina, que tiene un efecto espasmolítico, hipotensor y ansiolítico natural. El espino blanco, también conocido como la "planta del corazón", precisamente porque tiene un efecto muy efectivo en formas ansiosas acompañadas de taquicardia y palpitaciones. La acción sedante y relajante del espino blanco es beneficiosa especialmente en sujetos muy nerviosos, que sufren de fuertes estados de ansiedad y emotividad, o padecen de trastornos hipertensivos leves. Una infusión preparada utilizando el espino blanco en hojas es ideal para relajar el organismo gracias al tropismo sobre el órgano cardíaco y el relajamiento de los vasos sanguíneos.
Prueba el Espino Blanco en Formato Tisana
La Withania Somnifera, conocida como Ashwagandha o "ginseng indio", es una planta adaptógena antiestrés, con propiedades relajantes y revitalizantes. Proviene de la India, donde todavía se utiliza para recuperar fuerzas y estimular la mente. Es muy beneficiosa para contrarrestar situaciones de estrés psicofísico y permitir al cuerpo recuperarse después de situaciones de convalecencia. El nombre botánico de withania somnifera hace referencia a su particularidad, la de ser un adaptógeno con propiedades calmantes. En general, todos los adaptógenos se pueden consumir en cualquier momento del día, pero la Ashwagandha es muy recomendable para ser consumida por la noche gracias a su acción relajante, que se suma al aumento de la resistencia del organismo frente al estrés, regulando la acción del cortisol, la hormona producida por el cuerpo para hacer frente al estrés. La Withania en polvo mejora el sueño, relaja el sistema nervioso y mejora la concentración y la memoria.
Prueba la Ashwagandha en Polvo
La maca o maca peruana es una raíz de la que se obtiene un polvo que se puede tomar para combatir el estrés y el cansancio, siendo un tónico adaptógeno. Se encuentra entre las plantas antiestrés precisamente por su propiedad adaptógena, adaptando su acción a la constitución de cada individuo. La maca en polvo se puede tomar para apoyar al organismo en situaciones de estrés intenso, ayudándonos a equilibrar el estado de ánimo, recuperar energías y mejorar la respuesta al cansancio y al esfuerzo, así como la resistencia al estrés. Al ser un tónico, se desaconseja tomar la maca por la noche, ya que no es una planta sedante, por lo que podría causar dificultades para conciliar el sueño e insomnio.
Prueba la Maca en Polvo
El eleuterococo es una planta antiestrés y un adaptógeno, conocido por su capacidad de reequilibrar la energía y de estimular el metabolismo. También se le llama "ginseng siberiano" y es muy apreciado por su capacidad de aumentar la resistencia del organismo al estrés y de "adaptarlo" a los cambios, especialmente climáticos y estacionales, protegiéndonos de ataques externos. Al igual que muchos otros adaptógenos y hierbas antiestrés, el eleuterococo mejora la atención “ginseng de las mujeres”, porque parece tener un efecto más eficaz en el organismo femenino, donde es más frecuente que el estrés se convierta en fuertes estados de ansiedad, depresión y desencadene tensión nerviosa. Las propiedades del eleuterococo en polvo lo convierten en la planta ideal para calmar el nerviosismo y los estados de ansiedad sin afectar las funciones cognitivas, mejorando el rendimiento sin aumentar la agitación o la ansiedad, como hacen otros estimulantes.
Prueba el Eleuterococo en Polvo
Quizás no todos saben que el cacao es un potente antiestrés y adaptógeno, capaz de contrarrestar los estados de estrés y mejorar el humor, gracias a la teobromina que contiene. Las poblaciones precolombinas consideraban el cacao una medicina natural, y de hecho son múltiples las propiedades beneficiosas para el organismo, especialmente para el sistema cardiovascular y el sistema nervioso. El cacao y el chocolate se consideran antidepresivos naturales, ya que las sustancias nervinas dentro del cacao actúan positivamente en los neurotransmisores responsables de influir en el estado de ánimo, a los que se asocia una notable acción antiestrés. El cacao en polvo es un adaptógeno, ya que es capaz de mejorar las funciones cognitivas, favorecer la concentración y mejorar la respuesta al cansancio, por lo tanto es ideal para aquellos que desean modular el estrés pero necesitan mantenerse activos y lúcidos, evitando un efecto sedante.
Prueba el Cacao en Polvo
