SOBRE los Incienso hay realmente mucho que decir, por eso parte I... HISTORIA El incienso aparece en la historia de muchos países de la península arábiga, India, China. Se menciona, en sus diversas formas y plantas, en el Antiguo Testamento, en el Mahabarata, en papiros del antiguo Egipto, en la Torá judía. Sin mencionar todos los pasajes donde aparece, su presencia en los textos sagrados antiguos nos hace entender dos cosas: 1) que es algo utilizado desde hace mucho tiempo 2) que es algo que podemos relacionar con la esfera sagrada. De hecho, uno de los usos más comunes en la antigüedad era purificar los ambientes energéticamente "sucios" con estas resinas, en particular la mirra. Pero además de eso, las resinas se utilizaban como antisépticos corporales. Hoy en día, el mundo redescubre estas preciosas lágrimas de árbol y las utiliza principalmente para la creación de varillas e inciensos más industrializados. ¿Qué se hace con las resinas hoy? Se mezclan con otros ingredientes, como sándalo, flores o diversos aromas, se forma una pasta, se enrolla y así se obtienen las varillas que se ven por ahí. Sin embargo, la mayoría de las veces, además de los ingredientes mencionados anteriormente, también se añaden aditivos químicos para favorecer la combustión, duración y fragancia que a menudo resultan ser perjudiciales para la salud. Además de estos usos, también se requiere en muchos mercados tradicionales e internacionales para la industria de perfumes y cosméticos. ¿De dónde vienen estas resinas? Proceden de los árboles del género Boswellia, que incluye 19 especies distribuidas entre África e India. La máxima concentración de estos árboles se encuentra en la isla de Socotra. En varios países, su recolección aún se realiza de manera tradicional, incidiendo en la corteza, haciendo que la resina sude para luego recogerla. Esta operación se puede repetir hasta 12 veces al año y generalmente la realizan las mujeres. De cada árbol se pueden recolectar de 1 a 3 kg al año. Después de la recolección, se procede a la selección según 5 grados de calidad; basados en el tamaño, color y pureza de los granos. Así es como llegan hasta nosotros... Aquí en Terza Luna tenemos tres tipos de resinas de Boswellia:

1. Ogaden
2. Borena
3. Mirra

El primero tiene un aroma fresco y dulce, el segundo un poco más especiado y chispeante. La mirra es conocida por muchos porque se quema en los incensarios de las iglesias, pero en realidad la que tenemos aquí tiene un aroma un poco diferente... menos sagrado...

¿Cómo se hace???

Los palitos de incienso son lo más fácil de usar, se toma un encendedor y listo.... pero el precio de esta comodidad es la presencia muy frecuente de aditivos químicos a menudo incluso cancerígenos. Las resinas, en cambio, no se encienden directamente, necesitan algo que las caliente poco a poco. Por lo tanto, se necesita un quemador de esencias o un carbón de los que se utilizan para las pipas de agua. A elección de ustedes. Nosotros tenemos ambos. El costo oscila entre los 7 y 9 € por 100 gramos y es un excelente precio considerando que con unos pocos granos se llena una habitación con un aroma maravilloso. Personalmente lo uso como lo hacían los antiguos. Lo utilizo para meditar, ayuda increíblemente a relajarse y entrar en un estado de profunda... profundidad... ¡y ni les cuento si hay una taza de té al lado! Se convierte en un ritual. ¡Inútil decir que es un excelente regalo!