Teína o cafeína??

Entonces Comenzaré a poner un poco de orden: empecemos diciendo que la teína no existe; o mejor dicho, se utiliza como sinónimo de cafeína. Por lo tanto, si queremos ser correctos y un poco quisquillosos, debemos decir que el té no contiene teína, sino cafeína. ¿Me parece bastante claro como concepto, no? La cafeína, como todos saben, es un principio activo como muchos que se encuentran en las plantas. Digamos que este principio activo lo encontramos en no muchas plantas: café, té, gayusa, yerba mate y algunas otras hierbas medicinales, pero en cantidades muy bajas. Las plantas que más la contienen son el café (como muchos habrán intuido) y también la gayusa, que no es broma. En cuanto al té, el tema es muy variable porque depende mucho del tipo de té y sobre todo de sus procesos de elaboración. No siempre es cierto que el té negro, por ejemplo, tenga más cafeína que el verde, o no siempre es cierto que el té blanco no la tenga y así sucesivamente. Mucho también depende de nosotros mismos: cuántas hojas ponemos en la infusión y cuánto tiempo las dejamos en la taza. Sin entrar demasiado en detalles, me gustaría mencionar un par de principios clave sobre el tema. Uno es el mencionado anteriormente, otro que quería compartir es este: contrario a lo que se piensa, hay más cafeína en las hojas más jóvenes que en las más grandes. Por lo tanto, los brotes apicales con la primera hojita son los que tienen más principio. Esto se debe a que la planta utiliza la cafeína como repelente para los insectos y obviamente la concentra más en los recién nacidos... ¿interesante, verdad? Otra regla es que entre los procesos de elaboración, el tostado de las hojas es definitivamente uno de los que más cafeína hace perder a las hojas, por lo que muchos tés japoneses como el kukicha o el bancha efectivamente tienen poca. Lo mismo ocurre con los oolong, cuyo proceso de ligero tostado y semifermentación contribuye activamente a la pérdida de cafeína.