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Si pensamos en ello, el té esconde en sí mismo un paradoxo: todos lo asociamos con un momento de relax, un momento en el cual cada uno de nosotros se toma una pausa para saborear su agradable y beneficioso infusión. Cuando pensamos en el té, pensamos en una atmósfera relajada.
Sin embargo, el té, tanto el negro como en menor medida el verde, contienen cafeína, un alcaloide excitante que tonifica nuestro cuerpo y estimula las sinapsis neuronales, además de ser una molécula que favorece la diuresis (¡por eso el té verde es un excelente drenante!) Para respaldar todo esto, también está la historia: el té fue importado a Japón gracias a los monjes budistas, para quienes se había vuelto indispensable en sus largas meditaciones ayudándolos a mantenerse despiertos y favoreciendo la relajación cerebral. Hoy en día, los tés japoneses son los más conocidos y apreciados en el mundo.
Es obvio que cafeína y relax no son exactamente sinónimos, de hecho. Sin embargo, el té los contiene a ambos, ¿cómo se explica? Los estudios más recientes nos dicen que la camelia sinensis (nombre científico de la planta del té) además de muchos antioxidantes contiene también un aminoácido: la L-Teanina. ¿Cuál es su principal propiedad? Relajar la mente, favorecer el sueño, eliminar el estrés. En realidad, no solo eso, la l-teanina se está convirtiendo en un aminoácido muy estudiado. Parece tener propiedades inmunoestimulantes y protectoras para el sistema cerebral. Una vez más, las evidencias científicas ponen de manifiesto lo que antiguamente ya se sabía: el té estimula la concentración, ayuda a mantener la mente enfocada y al mismo tiempo induce un relajamiento a nivel físico y emocional. Además de todo esto, nos mantiene despiertos y tonificados gracias a la cafeína. ¿Cómo no alabarlo, como en esta poesía china del siglo XVI?
Hulu jushi fanyi
Una habitación limpia - con solo un amplio sofá, una mesa lista, incienso ardiendo, una taza de té - vacía de cosas innecesarias. Mientras estoy sentado en meditación, una pura fuerza etérea se reúne naturalmente dentro de mí. A medida que esta fuerza casta y numinosa crece, el fétido y turbio efluvio del mundo también se transforma dentro y se purga constantemente.
Li Rihua 李日華 (1565-1635), de la dinastía Ming. El lugar del té
Li Rihua 李日華 (1565-1635), dinastía Ming.
Fuentes: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18296328 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25761837 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15378679 http://www.tsiosophy.com/