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Gracias a la materia prima y al procesamiento ético, el cacao sudamericano es símbolo de alta calidad, especialmente el que proviene de Guatemala, Ecuador, Venezuela y México. En Guatemala pudimos presenciar la producción de la variedad más preciada y rara: el cacao Criollo.
En comparación con el cacao Forastero y Trinitario, esta variedad, caracterizada por vainas alargadas en tonos de rojo y amarillo y un sabor rico con aromas frutales, destaca porque es la más rica en teobromina y anandamida y la más pobre en cafeína.
Tata Isaias Mendoza y Nana Izabel Pérez, la pareja fundadora de Lavalove (una mezcla de cacao nacida del procesamiento local guatemalteco), fueron nuestra valiosa guía en el mundo del cacao. Tata Isaias también es un guía espiritual que lidera Ceremonias de cacao, por lo que también pudo transmitirnos el importante escenario relacionado con la tradición cultural Maya.
Disfruta del cacao orgánico de Guatemala
Desde la selección de las frutas hasta la conservación del cacao, no se puede dejar de notar que todo está confiado al binomio entre naturaleza del cacao, naturaleza ambiental y naturaleza humana, sin la adición de ningún otro elemento.
Nuestra inmersión en el procesamiento del cacao orgánico comenzó cruzando un majestuoso bosque de árboles de cacao. Aquí comienza la selección de las frutas, que pueden ser de varios colores.
El corazón oscuro del cacao, de hecho, está encerrado en una cáscara que puede variar entre tonos de amarillo, verde, rojo o dorado. Se necesitan manos expertas para hacer una buena elección, porque el color no es indicativo del nivel de maduración, sino solo de la variedad de cacao.
La cosecha, estrictamente hecha a mano, con la única ayuda adicional a veces de un machete, presta gran atención a la protección del árbol, que en ese momento ya se estará preparando para la próxima floración.
De las vainas recolectadas, cortadas por la mitad, se extraen los granos y la pulpa, entre los cuales se seleccionan nuevamente los de mejor calidad que continuarán su viaje hacia la producción de cacao y los que se sembrarán para contribuir al nacimiento de nuevos árboles.
Los frutos seleccionados pasan, entonces, a la fermentación, que ocurre en contenedores de madera. Esta fase puede durar entre tres y ocho días. Tata Izaias, en particular, nos explicó que la duración influye en el sabor del cacao, intensificando su amargor.
Luego llega el momento del secado al sol, que tiene como objetivo secar la humedad de los frutos. Por lo general, este proceso dura alrededor de una semana, pero también aquí se necesita experiencia, porque la influencia de las condiciones climáticas puede variar la duración.
Cuando se está seguro de que los granos de cacao han perdido toda la humedad, pueden ser empaquetados o almacenados con cuidado, para que no se deterioren con la interacción con microorganismos presentes en el ambiente.
Posteriormente se puede agregar la fase de tostado, que es realizada con extrema delicadeza por las mujeres locales. Después de verificar la ausencia de humedad y moho en cada semilla de cacao orgánico, todas juntas se calientan en movimiento a fuego lento o sobre brasas ardientes, evitando que se tuesten y pierdan sus propiedades beneficiosas. Esta fase, además de eliminar las bacterias, facilita el posterior pelado.
Una vez peladas, se procede a la molienda del cacao, que tradicionalmente se realizaba en molinos de piedra, ahora reemplazados por molinos industriales más modernos. Mientras los granos de cacao se muelen y se derriten, convirtiéndose en una especie de mantequilla, se eleva un delicioso aroma.
La pasta se transfiere a moldes y se deja enfriar durante aproximadamente diez horas, antes de ser empaquetada en masa o en polvo. En la preparación tradicional, como la que describen los expertos locales de Lavalove, no se agrega ningún elemento a la preparación del cacao orgánico, que resulta completamente puro.
Durante la Ceremonia del cacao o en prácticas de introspección profunda, se disuelven aproximadamente 42,4 gramos de cacao en 250 ml de agua, agregando, según el propio gusto, chile cobanero, miel, cardamomo y anís, jengibre y canela, leche de coco o tahini.
Para aprovechar todos sus beneficios en la vida diaria, sin embargo, será suficiente consumir 25/30 gramos de cacao de Guatemala al día.
Lleva el cacao orgánico de Guatemala a tu hogar
Nuestro viaje al templo sagrado del cacao, Guatemala, ha concluido, pero su poderosa sugestión no se ha agotado. Si amas el cacao orgánico, disfruta del cacao criollo Lavalove y sigue siguiéndonos porque ya estamos trabajando para crear oportunidades que te hagan vivir la magia de Guatemala también a ti.